
HOGWARTS MANOR ROL
•Nombre: Adam Warsaw Locke.
•Fecha de nacimiento y edad: Nació el 20 de junio de 1900, actualmente tiene 98 años (1998).
•Casa: Slytherin.
•Patronus: Nunca ha conjurado un patronus.
•Boggart:
•Estatus de sangre: Pertenece a un linaje de sangres pura muy antiguo, por parte paterna ubicados en tierras polonesas desde hace muchos años; su padre Adam Warsaw pertenece a una de las familias mágicas más adineradas del país, con raíces que pueden llevarlos hasta Italia, Francia y Albania. Adam padre es un mago experto en las Artes Oscuras gracias a su escolarización en la escuela Durmstrang. El linaje materno tiene raíces en Irlanda e Islandia. Su madre, Mia Locke, de influencia católica, es especializada en pociones (todas las mujeres de la familia se especializan en el arte de las pociones, hecho que se refleja las costumbres de la familia en sus orígenes en Islandia) estudió en Hogwarts y trabajó posteriormente al Ministerio de Magia. El matrimonio entre Adam y Mia fue concertado desde que nacieron, pero aun así, se quieren con locura (nunca mejor dicho).
Actualmente (1900) tanto como Mia y Adam padre tienen un cargo muy importante en el Ministerio de Magia Polonés, ella es la Jefa de Regularización de Catástrofes Mágicas y él trabaja en el Departamento de Misterios.
•Historia: El sol se escondía tímido por detrás de las montañas cubiertas por una alfombra de miles de tonos verdes, el cielo estaba oscureciendo cuando Mia empezó a gritar. Su marido no tardó en llamar a los medimagos para que ayudasen a su mujer con el parto.
Adam nació más rápido de lo que creían, no lloraba, no reía ni sonreía, no balbuceaba ni se quejaba, simplemente lo observaba todo con sus enormes ojos que ocupaban buena parte de su cara.
Sus padres le introdujeron la magia desde muy pequeño, su padre le explicaba y mostraba todo tipo de criaturas mágicas, le contaba historias antiguas algunas de la familia y también le hacía algunos trucos; Mia le recitaba una y otra vez nombres de plantas, pociones y semillas, según ella, Adam tenía que ser una estrella de las pociones.
Su familia era famosa, rica y con una buena posición social dentro del mundo mágico hecho que se veía reflejado en las infinidades de fiestas y actos en los que eran invitados, pero Adam no iba en ninguno de ellos, lo encontraba absurdo e innecesario, él se quedaba leyendo en casa, y pintando.
La carta de Hogwarts no tardó en llegar y aunque tuvo una propuesta por parte del Director de Durmstrang se decantó por la escuela dirigida por Albus Dumbledore. Su madre se alegró por la decisión de su hijo y le dio la oportunidad de celebrarlo con una fiesta, él lo rechazó.
Adam se alegró de salir de casa, de toda aquella falsedad de los círculos de la alta burguesía y entrar en Hogwarts donde todos eran iguales, o eso parecía. Aquello era nuevo, precioso y emocionante para el joven, aunque no lo mostraba en su cara. Lo observaba todo, cada cuadro, cada piedra de los muros, todo.
El sombrero lo puso en Slytherin como a su madre, como a mucha gente que no tardarían en mostrar interés por Adam, no tardarían en arrastrarlo hacia la oscuridad, una oscuridad que era atractiva por el joven y que nunca le había hecho miedo.
No tardó en destacar en Pociones y Herbología, gracias a las pequeñas clases de su madre, tampoco en Cuidado de Criaturas Mágicas ni Encantamientos y Transformaciones. En su sexto año se hizo amigo de Conrí, un curso más pequeño, y otros chicos con los que empezaron a experimentar con magia oscura, salían por las noches al Bosque Prohibido y fue una de estas noches de séptimo cuando él decidió salir solo que un vampiro le mordió el cuello y decidió perdonarle la vida para convertirlo en uno de ellos. Desde entonces todo cambió, se alejó de todos, no hablaba con nadie, era más arisco y frío con la gente. Dejó de sentir, de sentirlo absolutamente todo.
Estaba muerto.
Después de graduarse empezó un viaje solo por todo el mundo para descubrir nuevas culturas, nueva magia y divertirse. Fue cuando trabó amistades con gente, amistades de verdad, y también hizo enemigos. Durante este viaje descubrió el placer de matar, de torturar, durante este viaje volvió a sentir que estaba vivo. Pero como todo en la vida, o casi todo, terminó.
Volvió a Polonia, se quedó allí unos años, leyendo, estudiando, trabajando, matando… Hasta que decidió volver a Hogwarts, Albus continuaba siendo el director así que no tendría ningún problema para volver al 1957, y así durante unos años. Lo hacía para cambiar la rutina, refrescar ideas, ver lo que se cocía en el castillo.
Justamente en 1957 coincidió con Tom Riddle el que sería Lord Voldemort en un futuro.
Decidió volver a Hogwarts en 1998.
•Personalidad, habilidades e intereses: Adam es un chico que quiere aparentar ser un fantasma. Siempre pasa inadvertido, es silencioso pero no tímido ni nada de eso simplemente no le gusta hacerse notar. Es un chico solitario, solo tiene tres o cuatro amigos con los que se pasea pocas veces, es reservado e inteligente. Es muy observador, siempre analiza su alrededor con sus ojos que alguna gente considera más grandes de lo normal.
Suele pasear solo por los pasillos con un libro bajo el brazo, la espalda encorvada y una mueca en el rostro.
Desde pequeño y gracias a su madre, empezó a mostrar un gran interés hacia la Herbología y las Pociones. Eso también se vio en las Criaturas Mágicas e Historia de la magia gracias a su padre. En cuarto empezó a mostrar un verdadero interés hacia lo prohibido, lo oculto y misterioso: las artes oscuras. No fue hasta ese año que empezó a mostrar interés en Defensa Contra las Artes Oscuras y a pasar horas y horas leyendo en la biblioteca hasta que en quinto, sexto y séptimo, con sus pocos amigos, empezaron a experimentar casi todas las noches en el Bosque Prohibido.
•DATOS EXTRA:
Adam descubrió el amor en el viaje que hizo después de terminar Hogwarts.
A parte de leer también pinta.
No le gusta el café.
Tardó poco a acostumbrarse al hecho de que es un vampiro y, también poco, a disfrutarlo.
Es muy bueno en los duelos (dada su edad) y hay magos adultos que lo subestiman.
Conoce hechizos oscuros, antiguos y de zonas remotas.
A pesar de sus 98 años sigue estudiando.
Fuma mucho.